Gadi es un galgo muy guapo, pero todavía no se le ve todo lo lindo que es, porque a pesar de haber ganado confianza, aún no se estira, y el temblor le gana en algunos momentos en que estoy a su lado. Aunque ya es capaz de coger de mi mano un trozo de quesito o de paté, ¡le encanta!!.
Antes, si me acercaba con algo en la mano, aunque esto fuera muy super rico, y apetecible, no se animaba a cogerlo, con mi Pru eso sucedió hasta pasado un año casi, tenía que dejar el quesito cerca e irme, pero a Gadi, en una semana ya le ha podido más su apetito que el miedo y lo coge de mi mano, no sin temblar, y no sin apartar su mirada.
Eleine, no sabes las veces que os he puesto de ejemplo, ya que vuestra Lola es una galga estupenda y sin traumas, pero el podenquito Carmelo estaba muy asustado y he podido seguir su evolución desde la llegada de Lola. El ambiente que habéis creado los tres, ha ayudado a ese perrito a salir de su ensimismamiento y la verdad es que todos los esfuerzos merecen la pena, porque se les ve tan felices y sobretodo, relajados!!.
La compañía de otro perro es una gran ayuda, sólo hay que tener en cuenta que su carácter pueda ayudar.
Así y todo, la evolución es siempre lenta, y no hay que desalentarse, ya que un perro asustado nos pone en nuestro nivel de incompetencia, hace que nos pongamos nerviosos, y muchas veces frustrados.
Quiero decir a todas esas personas que tenéis un perrito con problemas en vuestra casa, que no os desaniméis, que a veces sucede que durante mucho tiempo no se ven cambios, y un día, hace un gran avance.
Y otras veces, solo podemos ver el cambio si comparamos con cómo estaba antes.
Si pretendiera que Gadi fuera un perro alegre y juguetón, me sentiría tremendamente frustrada, pero si acepto que Gadi es un galgo tímido y temeroso, que quizás un día se relaje en su trato con los humanos, pero no sé cuando, disfruto con él de sus pequeñísimos progresos.
Tiene que poner sus sensaciones en orden , y si no hay de qué temer, no temer, pero si hay que salir corriendo también debe saber hacerlo, esto es, que sus respuestas sean adecuadas a la realidad y no unas respuestas locas como los ataques de pánico.
Nosotros podemos ayudarle, pero él tiene que querer, tiene que ver que le compensa y disfrutar con ellos, y allí es donde los otros perros y sus actitudes ayudan mucho.
Anabel, los perros como Gadi me han ayudado a comprender que todos nos merecemos otra oportunidad, los humanos somos seres con mucho poder y eso es para lo bueno y para lo malo. Somos capaces de hacer el mayor bien y el mayor mal. Y no siempre somos cocientes de ello.
Muchos galgueros y cazadores, creen realmente que es lo mejor que pueden hacer, porque utilizan a los perros como cosas, y lo mismo hacen los científicos y experimentadores, y otras personas que sencillamente ven a otros seres vivos como útiles, de labranza, de caza, de laboratorio, etc.
No sé cuántas Laikas tendrán que morir en el espacio para que los humanos seamos capaces de ver que lo que está vivo siente y padece, disfruta y sufre ...
Por fortuna Gadi no se ha vuelto a caer a la piscina, espero que ya haya aprendido la lección. Aunque es un poco raro porque estando nosotros, no ha habido ni un momento en que esa posibilidad se pudiera temer.
Todos los galgos que han estado en acogida en mi casa se han caído, aunque lo han hecho en cuanto han llegado, por desconocimiento, han seguido caminado sin ver el agua, pero no después de tres días… En fin, aún no sé bien qué ha sucedido…
Antes, si me acercaba con algo en la mano, aunque esto fuera muy super rico, y apetecible, no se animaba a cogerlo, con mi Pru eso sucedió hasta pasado un año casi, tenía que dejar el quesito cerca e irme, pero a Gadi, en una semana ya le ha podido más su apetito que el miedo y lo coge de mi mano, no sin temblar, y no sin apartar su mirada.
Eleine, no sabes las veces que os he puesto de ejemplo, ya que vuestra Lola es una galga estupenda y sin traumas, pero el podenquito Carmelo estaba muy asustado y he podido seguir su evolución desde la llegada de Lola. El ambiente que habéis creado los tres, ha ayudado a ese perrito a salir de su ensimismamiento y la verdad es que todos los esfuerzos merecen la pena, porque se les ve tan felices y sobretodo, relajados!!.
La compañía de otro perro es una gran ayuda, sólo hay que tener en cuenta que su carácter pueda ayudar.
Así y todo, la evolución es siempre lenta, y no hay que desalentarse, ya que un perro asustado nos pone en nuestro nivel de incompetencia, hace que nos pongamos nerviosos, y muchas veces frustrados.
Quiero decir a todas esas personas que tenéis un perrito con problemas en vuestra casa, que no os desaniméis, que a veces sucede que durante mucho tiempo no se ven cambios, y un día, hace un gran avance.
Y otras veces, solo podemos ver el cambio si comparamos con cómo estaba antes.
Si pretendiera que Gadi fuera un perro alegre y juguetón, me sentiría tremendamente frustrada, pero si acepto que Gadi es un galgo tímido y temeroso, que quizás un día se relaje en su trato con los humanos, pero no sé cuando, disfruto con él de sus pequeñísimos progresos.
Tiene que poner sus sensaciones en orden , y si no hay de qué temer, no temer, pero si hay que salir corriendo también debe saber hacerlo, esto es, que sus respuestas sean adecuadas a la realidad y no unas respuestas locas como los ataques de pánico.
Nosotros podemos ayudarle, pero él tiene que querer, tiene que ver que le compensa y disfrutar con ellos, y allí es donde los otros perros y sus actitudes ayudan mucho.
Anabel, los perros como Gadi me han ayudado a comprender que todos nos merecemos otra oportunidad, los humanos somos seres con mucho poder y eso es para lo bueno y para lo malo. Somos capaces de hacer el mayor bien y el mayor mal. Y no siempre somos cocientes de ello.
Muchos galgueros y cazadores, creen realmente que es lo mejor que pueden hacer, porque utilizan a los perros como cosas, y lo mismo hacen los científicos y experimentadores, y otras personas que sencillamente ven a otros seres vivos como útiles, de labranza, de caza, de laboratorio, etc.
No sé cuántas Laikas tendrán que morir en el espacio para que los humanos seamos capaces de ver que lo que está vivo siente y padece, disfruta y sufre ...
Por fortuna Gadi no se ha vuelto a caer a la piscina, espero que ya haya aprendido la lección. Aunque es un poco raro porque estando nosotros, no ha habido ni un momento en que esa posibilidad se pudiera temer.
Todos los galgos que han estado en acogida en mi casa se han caído, aunque lo han hecho en cuanto han llegado, por desconocimiento, han seguido caminado sin ver el agua, pero no después de tres días… En fin, aún no sé bien qué ha sucedido…
No hay comentarios:
Publicar un comentario