17 de Diciembre
Punto y aparte, se acabó lo de tener penita por Gadi, porque así no avanza. Es un perro joven y fuerte y tiene que salir de su ensimismamiento, así que hemos decidido que no le vamos a dejar que el miedo que tiene se salga con la suya.
Desde ayer Gadi tiene que poner más de su parte.
Hemos tomado la decisión de no permitir que siga escondiéndose en su pánico y empiece a disciplinarse, y lo primero es que le ponemos el chaleco y se lo quitamos cuando es conveniente y no cuando él se deje, así que entre mi marido y yo hemos creado una estratagema para acercarnos a él siempre que queramos y conseguir que su relación con nosotros sea más normal, tiene que ser sumiso y no tenernos miedo. Si conseguimos eso él podrá relacionarse con otras personas.
Otra cosa que he hecho ha sido cogerlo, ponerle su correa y hacerle entrar en casa cuando todos los perritos están dentro, y no dejarle solo afuera como hacía hasta ahora.
Creo que ha comprendido que nuestra determinación va en serio y no vamos a ceder, porque aunque cuando lo cogemos tiembla, se le pasa pronto y he conseguido poder tirar de la correa para que camine hacia donde le digo , cosa que antes no podía hacer porque se ponía nervioso, ahora sólo se lo piensa un poco, y al final accede.
Estando dentro de casa siempre puedo acercarme a él, y él puede ir normalizando la relación, esperemos que le sirva todo esto para coger confianza en sí mismo, y, lo más importante, que empiece a confiar en nosotros, si no lo hace nunca podremos ayudarlo.
No se trata de darle de comer y de dormir calentito, se trata de que consiga una relación tranquila y en paz con los humanos, con todas las personas y entonces superará su trauma, y podrá ser feliz, pero no lo será antes de que consiga un equilibrio.
Hemos tomado la decisión de no permitir que siga escondiéndose en su pánico y empiece a disciplinarse, y lo primero es que le ponemos el chaleco y se lo quitamos cuando es conveniente y no cuando él se deje, así que entre mi marido y yo hemos creado una estratagema para acercarnos a él siempre que queramos y conseguir que su relación con nosotros sea más normal, tiene que ser sumiso y no tenernos miedo. Si conseguimos eso él podrá relacionarse con otras personas.
Otra cosa que he hecho ha sido cogerlo, ponerle su correa y hacerle entrar en casa cuando todos los perritos están dentro, y no dejarle solo afuera como hacía hasta ahora.
Creo que ha comprendido que nuestra determinación va en serio y no vamos a ceder, porque aunque cuando lo cogemos tiembla, se le pasa pronto y he conseguido poder tirar de la correa para que camine hacia donde le digo , cosa que antes no podía hacer porque se ponía nervioso, ahora sólo se lo piensa un poco, y al final accede.
Estando dentro de casa siempre puedo acercarme a él, y él puede ir normalizando la relación, esperemos que le sirva todo esto para coger confianza en sí mismo, y, lo más importante, que empiece a confiar en nosotros, si no lo hace nunca podremos ayudarlo.
No se trata de darle de comer y de dormir calentito, se trata de que consiga una relación tranquila y en paz con los humanos, con todas las personas y entonces superará su trauma, y podrá ser feliz, pero no lo será antes de que consiga un equilibrio.
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