Gadi ha tenido la suerte de ser amadrinado

Y ha sido a través de la Web de Sandra Baas.
Anabel Rubio de Valencia es quién le tenderá esa mano de ayuda que colaborará en dar a Gadi la asistencia veterinaria y los cuidados que necesite mientras llega esa siempre más que merecida adopción para él.
Gracias Anabel, aquí tienes "Los nuevos días de Gadi" a tu alcance.

domingo, 30 de diciembre de 2007





Se está terminando el año y Gadi se prepara para la noche de los petardazos, espero que no duren mucho, aunque él se asusta pero no demasiado, sólo se mete dentro, no tiembla ni jadea, pero prefiere estar a resguardo. ¡Qué mal lo debe haber pasado en el campo de caza!
Lo bueno es que han llegado los resultados de la analítica y está sanito sanito, en pocos días estará listo para su adopción. Ahora sólo queda que una familia con cariño y paciencia, siga ayudando a Gadi a dejar de temer. En unos meses Gadi será un perrito alegre y ya no se acordará de sus días de campo y caza.
Hacía tiempo que me preocupaba una especie de dureza que tiene en un lado en la pata izquierda trasera, del tamaño de un dedo (en la foto se ve como si tuviera un juanete), y ha dicho el veterinario que eso es un quiste que se ha formado porque se ha clavado algo y allí se ha quedado, no debe de traerle problemas para caminar ni dolor, es sólo una cuestión estética.
En este momento, es capaz de pasear con correa, sin prisas y sin mucho ajetreo, poco a poco. Hay que llevarle con paciencia para poder anticiparse a los sobresaltos, pero él responde muy bien, se tranquiliza andando, y cuanto más conozca sitios con gente mejor se sentirá.
Gadi no es un perro que le tenga miedo a la gente de lejos, sólo teme que le toquen, así que al principio hay que evitar en lo posible que se le acerquen de manera brusca, no es para él eso que hacen algunas personas y que a la mayoría de los perros los aterroriza, de acercarse con la cara y las manos hacia adelante y hablando con voz finita, y aunque digan cosas agradables y halagos , ellos no entienden las palabras, y esa actitud les resulta amenazante, por eso muchos perros reaccionan ladrando o mordiendo. Gadi más bien tiembla, y se encoge, y es muy triste verle así. Es mejor avisar a la gente que no se le acerquen de frente, él se acostumbra bien a las personas si estas le dan su tiempo.

sábado, 29 de diciembre de 2007



28 de Diciembre…
Día de los inocentes… un día para pensar en ellos…
Hemos ido al veterinario, y Gadi, ha pasado mucho miedo pero lo ha soportado bien, se ha subido y bajado del coche, y entrado en la consulta, no sin mirar todo el tiempo hacia todos lados, creo que nunca ha estado en una ciudad.
En la consulta se ha comportado como un señor, sin quitar el brazo cuando le sacaron sangre ni moverse con los pinchazos.
Luego volver a salir, subir al coche y viaje de vuelta, el vete queda lejitos. Y sin problemas.
Temblando temblando pero se va socializando.

miércoles, 26 de diciembre de 2007





26 de Diciembre…
Gadi ha soportado bastante bien los petardos de las navidades, aunque esa noche se tuvieron que quedar solitos unas horas, tomé la precaución de dejar a los tres que se asustan dentro de casa, Gadi , Pru y Tita, por si les entraba desesperación y se han portado muy bien.
Poco a poco Gadi gana confianza en sí mismo y se asusta menos, aún tiembla cuando me le acerco pero ya viene a ver si hay algo rico que comer. Creo que en cuanto deje de temblar este grandote blanco se convertirá en un ladronzuelo, es muy atrevido cuando se trata de comidita rica, : ))
Da gusto verle cuando llegamos a casa, se pone muy contento, hasta hace todo tipo de piruetas para cercarse, y , si bien no se deja tocar cuando puede escapar, él sí que se acerca y nos hace muchísima fiesta.
Mañana es su gran prueba porque saldremos en coche, tendrá que subir y bajar, entrar en la clínica veterinaria, y regresar, ojalá sea capaz de hacerlo sin entrar en pánico. Y así podremos por fin proponer una adopción para él.
Cuanto antes Gadi encuentre una familia antes habrá sitio para otro galguito que necesite acogida, ya que todavía son muy pocas las casas de acogida con las que se puede contar y son algo muy necesario porque no es posible sacarlos de la calle si no hay dónde llevarlos.
Con tiempo y conociendo al galguito siempre se le encuentra un adoptante, pero si está en la calle es imposible, son imprescindibles las acogidas ya que la mayoría de las asociaciones que gestionan adopciones no tienen refugio y los refugios están llenos de perritos abandonados y no es un lugar seguro para los galgos. En fin, a ver si la gente va tomando conciencia de lo útil que es acoger a un perro por unos días, es la diferencia entre poder ayudar y no poder hacerlo la mayoría de las veces.

domingo, 23 de diciembre de 2007



23 de Diciembre…
Comienzan los petardos, y Gadi ahora manifiesta su miedo a los tiros, hasta hace unos días parecía que no le afectaban, pero era porque su miedo a los humanos le impedía cobijarse del miedo a los tiros, ahora que Gadi se mete sólo en casa y se queda junto a nosotros todo el tiempo que quiere, demuestra el pánico que le dan los petardos y todo lo que le recuerde a una caza que le aterroriza.
Así que, en cuanto suena un tiro, petardo o algo que se le parezca, Gadi y Pru entran juntos y se sientan, y ponen estas caritas que se les ve en la foto. : ))
Aún teme a las personas, pero ha dados pasos de gigante, es capaz de tolerar que estemos cerca, que le acariciemos que vayamos hacia él, no sin temblar, todavía el pánico le puede, pero se relaja pronto, y no se levanta, ni sale disparado.
Ahora nos cuesta trabajo hacer que salga de la cocina y vaya a dormir a su camita en el porche.
Son malas fechas para los galguitos, porque los fuegos artificiales, los petardos y todos los artificios que hacen que estas fechas la gente se divierta, es para ellos un recuerdo de cada tiro de escopeta que no han querido oír, es para ellos volver a ese sitio del que escaparon de puro pánico, es para muchos de ellos el recuerdo de una herida abierta, que quizás nunca cierre, porque van superando sus miedos, pero cada vez que escuchan un tiro o un petardo, reviven ese momento amargo de sus vidas.
Y son también malas fechas porque es cuando empieza el gran descarte de galgos, cuando los vemos por las carreteras vagando sin rumbo, desnutridos y heridos. Cuando las perreras se llenan, de galgos hambreados. Cuando nos avisan de por aquí hay uno con una soga al cuello, y por aquí uno con una pata colgando, y ayer vi uno tirado a un lado de la carretera…. Triste final de año para los galguitos…

martes, 18 de diciembre de 2007



Y esto funciona…
Gadi ha cogido la onda y pone todo lo que puede de su parte para vencer su miedo, ya es capaz de controlarse cuando me le acerco y aunque aún tiembla un poco, no se le hace tan duro.
Está más desplegado, es que he visto que los galguitos rescatados, a medida que cogen confianza van como desenrollándose, y se estiran , ahora se le nota lo alto que es, y encima le encanta ponerse en dos patas para mirar sobre el portón de entrada, se le ve tan guapo y fino!!.
Está muy atento a nuestros movimientos, y cuando ve que quiero acercarme, da unas vueltas y al final se acuesta en su mantita, no viene hacia mí pero por lo menos me deja acercarme y esta mañana he podido quitarle el chaleco sin ayuda, Gadi se ha sentado y ha esperado que me acerque, en vez de dar su habitual salto y salir corriendo.
Hoy le toca desparasitarse, se suponía que estaba desparasitado o eso me dijeron cuando me lo dieron, pero he visto que tiene algún gusanillo en su caca así que esta noche toca pastillas anti gusanos, eso también le hará sentirse más tranquilo.
Espero poder llevarle al veterinario para las analíticas esta semana, ojalá no se ponga nervioso, no me gustaría que volviéramos atrás, luego de lo que hemos pasado juntos, jajaja.

lunes, 17 de diciembre de 2007






17 de Diciembre

Punto y aparte, se acabó lo de tener penita por Gadi, porque así no avanza. Es un perro joven y fuerte y tiene que salir de su ensimismamiento, así que hemos decidido que no le vamos a dejar que el miedo que tiene se salga con la suya.
Desde ayer Gadi tiene que poner más de su parte.
Hemos tomado la decisión de no permitir que siga escondiéndose en su pánico y empiece a disciplinarse, y lo primero es que le ponemos el chaleco y se lo quitamos cuando es conveniente y no cuando él se deje, así que entre mi marido y yo hemos creado una estratagema para acercarnos a él siempre que queramos y conseguir que su relación con nosotros sea más normal, tiene que ser sumiso y no tenernos miedo. Si conseguimos eso él podrá relacionarse con otras personas.
Otra cosa que he hecho ha sido cogerlo, ponerle su correa y hacerle entrar en casa cuando todos los perritos están dentro, y no dejarle solo afuera como hacía hasta ahora.
Creo que ha comprendido que nuestra determinación va en serio y no vamos a ceder, porque aunque cuando lo cogemos tiembla, se le pasa pronto y he conseguido poder tirar de la correa para que camine hacia donde le digo , cosa que antes no podía hacer porque se ponía nervioso, ahora sólo se lo piensa un poco, y al final accede.
Estando dentro de casa siempre puedo acercarme a él, y él puede ir normalizando la relación, esperemos que le sirva todo esto para coger confianza en sí mismo, y, lo más importante, que empiece a confiar en nosotros, si no lo hace nunca podremos ayudarlo.
No se trata de darle de comer y de dormir calentito, se trata de que consiga una relación tranquila y en paz con los humanos, con todas las personas y entonces superará su trauma, y podrá ser feliz, pero no lo será antes de que consiga un equilibrio.

jueves, 13 de diciembre de 2007



Mi pobre flaco Tato (ta-to-do- loco), como le he apodado, jejej.
Gadi se anima, se acerca, me pone el hocico en las manos si estoy de espaldas, y se sirve algo rico aunque lo tenga que coger de mis manos, : ))
Creo que si estuviera con él sólo, sería más sencillo hacer que cogiera confianza, pero , es lo que hay. Aquí son 6 perros y 3 gatos y todos reciben la misma cantidad y calidad de cariño y atenciones, así que Gadi tendrá que ponerse a nivel.
Lleva mucho mérito de su parte el animarse, a pesar de su miedo, hay días en que le miro jugar con los demás, y me pregunto, ¿qué pensará este flaco loco cuando le miro, cuando le llemo?....
Hoy dormimos las siesta juntos, es muy dócil cuando no es él el que tiene que acercarse, se deja manipular, vestir, curar, cómo si siempre fuera así, su agobio aparece cuando es él el que tiene que dar el paso y acercarse a mí de frente, de espaldas no tiene ningún problema.
Todas las mañanas damos una larguísima vuelta, pero él va detrás, como un fantasmita, y como me gire, pluf, se aleja unos pasos, da una vueltecita y otra vez se pone a caminar detrás, pegadito pegadito.
Si Gadi pudiera dar ese paso, tan sencillo en la mayoría de los perros y tan difícil para él, de acercarse a ver qué está uno diciéndole. Lo lógico es que uno llame a un perro y éste por curiosidad e interés, obediencia o cariño, se acerque a ver qué. Pero Gadi es de los que se quedan sin saber qué….
Tiempo al tiempo… El próximo paso es veterinario y analíticas, no he querido sacarle sangre aún para no violentar la relación, pero he comprobado que se deja que le apriete, le estire, le cambie de postura, con eso de ponerle y sacarle el chaleco, hacemos muchas prácticas de manipulación, y sé que no le da miedo que le toque y le apretuje, he comenzado haciéndole unos masajes suaves, y ya puedo darle golpecitos, como a mi Pru, que le encanta que le dé palmaditas, debe ser que le hace cosquillitas porque pide más, jajaj.
Lo que realmente me anima es que cada mañana, espera a que abra la puerta y casi casi me toca con su pico, y cuando llego de trabajar, él se para en dos patas apoyándose en el portón de entrada ladrando en comité de recepción junto con los demás, en realidad, él va delante como es el más alto, sólo se ve su cabezota diciendo, uououou uouououo, en ese idioma de sirena de mar que tienen los galgos.
En poco tiempo Gadi será un galgo amable y simpático como tantos, y seguro que hasta se volverá un poco atrevido como Carmelo.
Ya sabemos que no es escapista, porque cada día tengo que abrir el portón de la finca de par en par para entrar el coche y él se queda esperando que entre para acercarse, cuando el motor se ha detenido, a saludar en su particular estilo de ‘te saludo desde aquí’, ¿vale?...
Y porque cuando salió asustado de subir al coche en su primer día, volvía al mismo sitio una y otra vez, aunque no supiera qué hacer, ni él ni yo…

martes, 11 de diciembre de 2007



11 de Diciembre…
Hoy hemos estado practicando un poco, sesión de mimos, luego la correa, andar por la finca, detenerse. Gadi se pone muy nervioso cuando me detengo a su lado, y si me pongo frente a él, uf, lo pasa muy mal. Así que esa era la lección de hoy.
Detenerse, quedarnos un rato allí como conversando, pero sin hablar, sesión de mimos para relajarnos, golpecitos en la cococha, soltar la correa, pero Gadi está tan asustado que no se da cuenta si tengo cogida o no la correa, porque él cuando estoy tan cerca suyo solo puede pensar en su miedo, él no tira de la correa, sólo se queda tenso, y me mira de reojo.
Kiko nos ha ayudado en esto, venía y se sentaba con nosotros cuando parábamos, relajado y tranquilo, esperando a que yo diga que seguimos, eso hace que Gadi se tranquilice porque de mí no se fía mucho que digamos.
Luego nos sentamos todos, cosa que le costó su trabajito, porque se quedaba de pie todo tenso.
Pero hoy ha luchado mucho contra su miedo, ha pasado momentos muy tensos, y los ha superado, a ver si mañana recuerda su avance, porque hay momentos en que me desespero un poco, tengo que llevarlo al vete para terminar de prepararlo para su adopción y aún temo que se asuste y no pueda hacerle entrar en el trasportín.
Ya hemos pensado en meterlo en el trasportín en casa y llevarlo así al veterinario, y luego lo mismo de vuelta, así no tiene que subir y bajar del coche caminando que es lo que más miedo le da, y a mí, que se asuste.
A ver si la semana que viene podemos hacer ese último paso. Para que pronto tenga su hogar definitivo.
Y a la madrina le damos las gracias nosotros a ella. Mucha gente no dimensiona lo importante que es que un perrito en adopción esté apadrinado, a veces es la diferencia entre poder o no poder rescatarle.

lunes, 10 de diciembre de 2007




Otro día en la nueva vida de Gadi.
Me alegro muchísimo que Lola ya pueda correr bien luego de lastimarse los ligamentos de esa manera. Los galgos suelen ser muy duros físicamente y se recuperan muy bien de las lesiones aunque sean graves, si los cuidados que recibe son buenos, claro está.
No estoy segura de que a Gadi le hayan golpeado, pero sí que le han utilizado, como a una cosa, sin entablar con él una relación, cogían su escopeta, sus botas, su cazadora, y sus galgos, y lo llevaban a cazar, sin tener en cuenta ninguna necesidad ni particularidad.
Y Gadi tiene una que no le hace apto para la caza, no le gusta. No sé muy bien qué ha provocado su particular trauma, sólo que además de haber sido tratado como objeto, ha sido humillado, en él sólo han visto que ‘no sirve para cazar’. Le cortaron el 5º dedo, (ese pequeño que todos los perros tienen un poco más arriba de los otros) para que corriera más y mejor, pero en la zona de donde viene Gadi, ese dedo se lo cortan con una piedra afilada o con un cristal. Esa es una de sus primeras experiencias con humanos.
Luego el trato que recibe.... Los galgueros nunca conviven con sus galgos, como hacen muchos cazadores, que tienen su perro de caza que vive en su casa y al que cuidan como oro en paño si les ha salido bueno, porque dicen que los galgos no son sociables y les hacen vivir todos juntos en un cuarto, pozo, garaje, zulo, encerrados casi todo el tiempo. Sin relación con los humanos, más que en el momento en que la puerta se abre, ‘es hora de cazar’.
La vida de Gadi ha sido dura y fría por eso creo que uno de los deseos de Gadi para este nuevo año será que esté prohibido cazar, con o sin perros, con o sin galgos, matar por diversión, matar por matar, y aún peor, matar por deporte….



10 de diciembre…
Gadi sigue esquivo pero más animado.
Ya me deja que me quede a su lado cuando come, y viene a saludar a la puerta cuando estamos por salir o cuando llegamos, pero aún no consigue dejar que nos acerquemos cuando está de pie, él sí que se acerca y hasta nos da golpes con su ‘pico’ en el trasero, pero no deja que le toque con las manos.
Pero si hay personas que no conoce, no para de moverse, está intranquilo, se sienta y se levanta, no es posible que me deje acercarme a él, sólo cuando estamos solos permite que me acerque, todavía llevará un tiempo que pueda relacionarme con él como con los demás.
El juego es algo que le anima, enseguida ha comprendido cómo es eso de ir a buscar un juguete y traerlo, y le gusta muchísimo. Lo hace sobre todo con Kiko, le lleva a él el juguete y se lo pone al lado para provocar su juego.
Es sorprendente que haga esto, muchos galgos rescatados no juegan, el juego es algo que les asusta o les deja fríos, pero , como dice Elaine, Gadi será un galgo juguetón y muy gracioso, porque cuando se siente bien, hace piruetas y carreritas de juego que dan gusto de ver.
Creo que para Gadi , el referente más fuerte es Kiko, porque, aunque es enano, es muy equilibrado , un poco dominante, pero muy serio, todos los perros se dejan guiar por él.
La pena es que todavía me da miedo salir con Gadi de la parcela, y hasta que no se me pase esa sensación él tampoco se sentirá tranquilo si lo llevo con correa fuera de la finca.
Pero ha hecho un gran avance en una cosa, este fin de semana se ha puesto a ladrar a unas motos que pasaban cerca, como hacen los demás, y a avisar que había gente cerca de la parcela, es un gran alivio ver que hace eso, porque me da la pauta de que se hace a nuestra casa y a la manada, y si reclama el sitio como suyo, es que le gusta y se siente seguro.

jueves, 6 de diciembre de 2007


Caminar con correa funciona muy bien. Gadi camina tranquilo y sin tirar, y es capaz de tranquilizarse. Aunque no hemos salido de la parcela, dejarse guiar por mí, ha permitido que tenga una mejor disposición hacia mí, de tal manera que, cuando me recostado en una tumbona, él ha venido como los demás a dormir su siesta a mi lado en una manta que puse especialmente para que ellos.
Ya puedo ponerle el chaleco estando de pie, y, aunque aún tiembla por momentos, va cogiendo confianza.
Le he dejado la puerta del coche abierta, y al ver que los demás se subían, él también ha estado casi a punto de subirse, ha olisqueado mucho y ha escudriñado todo el coche, sobre todo, la puerta. : )
También ha estado jugando un buen rato, Gadi hace todo lo posible por integrarse en la manda, y a pesar de que Kiko nunca deja que los demás cojan los juguetes con los que juegan, Gadi le ha seguido el juego, y cuando Kiko se ha cansado de defender el juguete, él lo ha cogido y se lo ha llevado a su lado.
Me ha llamado la atención que es posible tirar un hueso lejos para que Gadi vaya a buscarlo, le encanta, va corriendo corriendo, y se le nota que le da alegría.
Esto no es posible hacerlo con Pru, ella tiene pánico (como muchos galgos maltratados) a que alguien levante la mano por sobre su cabeza y más aún si al bajarla arroja un objeto, esto le asusta muchísimo, no es posible jugar a tirarle un palo y que lo traiga, porque entonces Pru corre para el lado contrario, alejándose de la persona y del objeto.
Pero Gadi, no, por suerte, él podrá jugar en poco tiempo como cualquier perrito feliz, y traerá las pelotas que se le tiren y traerá huesos pidiendo juego.
Ha hecho otra cosa que antes no hacía, y es cambiarse de camita si la suya está ocupada, aquí hay camitas para todos, y suele suceder que se cambian según el momento del día, pero Gadi , cuando los demás se tendían en su camita, él se quedaba como desorientado, y terminaba sentado en medio de ninguna parte sin cama, esperando que se la devuelvan. Pero hoy, por fin, ha tomado la iniciativa de coger otra, que además le viene mejor porque puede hacer su nidito con más facilidad.
Es tan sensible!!!.

miércoles, 5 de diciembre de 2007






5 de Diciembre
Gadi empieza a confiar…
Hace un par de días que entra a la casa, y cada vez se queda un poquito más, poco a poco olisquea todo, y se asusta menos.
Hoy he podido acercarme a él estando de pie y acariciarle sin que tiemble. Hace todo lo que puede por acercarse, cada vez más, se pone muy cerquita de nosotros, y estira su cuello hasta casi tocarnos, y pluf, se la tensión le vence…
Pero está animado, y ya coge los huesos de jugar para correr con Kiko y Pinto, que son mis mejores aliados en esta empresa. Mientras Kiko siempre está dispuesto a jugar y no teme a nada, así que va por delante animando a Gadi, como si le dijera ‘no pasa nada’ ‘no hay peligro, ¿ves?’. Pinto no para de besuquearlo, y va a buscarlo a cada momento, Pinto es muy cariñoso y como también lo ha pasado mal, y sabe lo que es que te maltraten, creo que quien más se solidariza con el temor de Gadi, y él va dejando de temer, pero no de desconfiar…
Como bien nos cuenta Elaine que le pasó con Carmelo, es todo cuestión de tiempo, de no agobiarse y sobre todo de no presionar, de no poner nuestras pretensiones y deseos por delante porque sin querer promovemos un ambiente estresante.
A nosotros nos ayuda bastante no tener que sacar a Gadi a pasear, y así estamos más relajados, pero también es más lenta su recuperación, porque si él tuviera que salir a hacer su caca pis fuera, andar por sitios donde puede encontrarse con otras personas, creo que podría evolucionar un poco más rápido.
Gadi camina perfectamente con correa, es algo a lo que está acostumbrado, pero siempre para llevarle y traerle.
Lo próximo que hagamos será pasear con correa, pero sin rumbo fijo, sólo por pasear, a ver cómo se siente…
Como véis, Gadi no tiene ningún problema en compartir casa con gatos...

Unas palabras para tanta gente amable que hace tanto y que nadie casi conoce.
Personas incombustibles que además de recoger, recuperar y encontrar familia para los perros abandonados en su zona, está haciendo una labor de educación social porque lo que su trabajo intenta es cambiar costumbres. Ellas no luchan por salvar un perro, sino por cambiar maneras de hacer las cosas, para que descartar un animal, matarlo, maltratarlo, dejarlo morir, martirizarlo, divertirse con su sufrimiento, sea una práctica inadmisible y punible, que tenga su castigo.
Estas personas tienen las ideas muy claras, y un ir hacia adelante que anima.
Anónimas, sin carteles, sin aspavientos, llaman la atención de los gobiernos locales para que se impliquen más, organizan actividades para la comunidad, hablan con su gente, proponen, animan, participan, hacen, y todo en defensa de la vida. Ojalá un día su discurso sea el de todos los políticos que ostenten un cargo público.
Para que no haya más Gadis que rescatar, todos tenemos que implicarnos, porque vivir o morir no debería ser un juego.
Gracias a todas ellas, porque su trabajo es lo que hace que muchas personas se pongan a pensar, y muchas otras se remuevan por hacer algo para cambiar las cosas.
Que sepáis que no estáis solas.

domingo, 2 de diciembre de 2007





Un buen día de sol se agradece siempre, sobre todo cuando uno se ha pasado tanto tiempo encerrado sin poder disfrutar de él como es el caso de Gadi.
Me ha costado un poco conseguir quitarle el chaleco, porque es un chaleco nuevo y tiene un cierre de abrojos (velcro) y el ruido le asusta, pero ya puede disfrutar de un poco de sol en su delgadísimo cuerpo.
Ahora, cuando me le acerco y está sentado, se deja ir hacia atrás y se acuesta, está así menos tenso, porque si se queda sentado su cuerpecito aún tiembla como una hoja.
Respecto a las personas que no conoce, no ha hecho ningún avance, pero le dan curiosidad; que Gadi tenga curiosidad por lo que no conoce me parece un buen síntoma, por lo menos no han conseguido volverle apático, ni tiene la mirada perdida, observa y lo hace con interés, como perrito joven que es.
He comprobado que los tiros de escopeta le asustan, por esta zona se escuchan tiros de cazadores los fines de semana, y cuando los escucha se siente inquieto, se levanta y camina, incuso hace intentos de entrar en la casa. Es obvio que no le traen buenos recuerdos.
En esta estupenda mañana de domingo, Gadi toma sol, durmiendo relajado en la entrada de la casa y da mucho gusto verle así, sin preocupaciones, y sin esa miradita de ‘qué va a pasar ahora?’ que siempre tiene.
Es tan bello, y está tan delgadito. Con el chaleco parece más corpulento porque de verdad es un galguito alto y fuerte, pero cuando le quito el chaleco, se le marcan las vértebras de la columna, y las costillas, y sobre todo , el culillo muy delgado, y una larguísima cola que casi casi llega al suelo.
Es un perro elegante, fino, con buena musculatura, y un gran miedo a los humanos.
Lo de los chalecos que le han regalado (bueno, no son regalos, sino donaciones, esto es que cuando Gadi tenga su casa y sus propios chalecos estos chalequitos los utilizará otro galguito en acogida que esté recién rescatado), le ha venido muy bien, porque sólo tenía uno, y ahora tiene otros dos más livianos para poder utilizar cuando no hace demasiado frío, y para poder lavarlos sin temor a que pase frío ni una noche.


Quizás mucha gente no se dé cuenta de lo importantes que son las donaciones de cosas como comederos, chalecos, mantas, collares y correas, camitas y casitas, son cosas que de una en una no significan mucho dinero pero si una asociación tiene que comprar muchas es un dineral.
Cuando alguien tiene alguna de estas cosas que no utiliza, recuerde que puede donarlas a una asociación, siempre vienen bien.
Un día me encontré en un contenedor de basura una casita de perro, y claro me la traje, y es donde ahora duerme mi Kiko, la otra casita la compré de segunda mano a una gente que no la utilizaba, y así puedo ahora tener dos casitas, que son algo caras de adquirir, y sin embargo muy muy utiles. Quería entonces pedirles que por favor, no tiréis estas cosas, lo mismo con los edredones viejos, que son ideales para las camitas de galgos y perros que suelen hacer una nido para dormir. Mantas en general, todo sirve cuando hay que hacer una camita calentita. Muchas veces la gente tira cosas porque piensa que no pueden servirle a otra persona, pero pensar que quizás sí que puede ser útil a un perrito...