Uy vamos a tener que esperar un poco todavía porque nos hemos quedado sin trasportines de los grandes para enviar a Gadi. Pero todo lo demás está listo y en cuanto nos llegue se va a Valencia.
Me hubiese gustado que pudiera haber salido ya, así el fin de semana podía hacer amistades con su nueva familia más cómodamente. Pero lo primero es que pueda viajar lo más cómo posible, así que unos días estará todavía por aquí.
Y la verdad es que está muy animado, juega mucho y ladra cuando quiere que alguno de los otros le preste atención. Creo que Gilda tendrá que disponerse a jugar, que aunque no tenga ganas, Gadi la va a obligar.
Hoy jugaba con Kiko y con Prudencia, ella le mordía a Kiko las patas de atrás y Gadi le daba cabezazos empujándole para que saliera corriendo, y Kiko les reñía, pero no corría porque ya se sabe el juego y él no corre tan rápido, los galgos le pillan enseguida, así que les mordisqueaba el pico dando saltitos, y los tres se lo pasan de cine, venga conversar al mejor estilo galgo uol uol uol , uol uo uo uo uol .
Los galgos se cuidan de hacer correr a Pinto porque como es un poco perrito de circo, siempre se burla de ellos subiéndose a los sitios donde los galgos no suben, como el techo de las casitas, y los flacos largos se frustran, así que prefieren jugar a los corretones con Kiko que además es duro como un cuerno y jamás se queja.
Creo que al final cuando Gadi llegue a Valencia, si bien estará desorientado un par de días y quizás tímido, Luis tendrá que ponerse las pilas en educarlo, porque ya poco queda de ese galguito asustado que aquí mimábamos, está llegando el momento de no tanto mimo y ponerse manos a la obra en educarle, Luis, te toca.
Gadi es un galgo de los listos, así que aprenderá bien, pero también es joven y con mucha energía, a medida que se le va el miedo, su energía es mejor, el consigue estar más enfocado y tiene curiosidad por todo; cada día descubre algo que, con tanto ensimismamiento, no había visto antes. Y la verdad es que da mucho gusto verle así.
Lo que me gustaría ver el día en que él solito pida una caricia, ya consigue acercarse y coger comida de mi mano, y también dejar que le ponga el chaleco y que se lo quite estando de pie, pero aún se aleja si le enfrento.
Poco a poco, se llega lejos….